Cada 23 de abril, Barcelona se transforma en un oasis de amor, cultura y tradición. Las calles se llenan de rosas, libros y paseantes que redescubren la ciudad envuelta en un ambiente tan único como inolvidable. Es el día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, una de las celebraciones más queridas por los catalanes y también un referente cultural que atrae a visitantes de todo el mundo.
El origen de esta tradición se remonta a la leyenda medieval de Sant Jordi, el caballero que salvó a una princesa de un temido dragón. De la sangre de la criatura vencida brotó una rosa, y desde entonces, regalar flores se ha convertido en un símbolo de afecto. También se regalan libros, en homenaje al Día del Libro, sumando así el amor por la cultura a esta jornada tan especial.
Libros, rosas y paseos por la ciudad
Durante este día tan especial, Barcelona se llena de vida. Desde primera hora, La Rambla, Passeig de Gràcia y las calles del Born se convierten en un gran escaparate literario y floral. Más de 400 puestos ofrecen libros y rosas para quienes desean sorprender a sus parejas, familiares o amigos.
Los autores firman ejemplares, hay música en directo y el ambiente gira en torno al amor, las historias y los pequeños placeres compartidos. Sant Jordi es también una invitación a redescubrir algunos de los lugares más icónicos de la ciudad. Pasear frente a la fachada de La Pedrera, visitar el Recinto Modernista de Sant Pau o detenerse en los jardines del Palau Robert son algunos de los rituales de esta jornada tan especial.
Muchos espacios culturales abren sus puertas con actividades diseñadas especialmente para la ocasión, enriqueciendo la experiencia de quienes viven o visitan Barcelona.
Marina Port Vell se une a la celebración de Sant Jordi
En Marina Port Vell también celebramos Sant Jordi, compartiendo esta tradición con nuestra comunidad náutica. Durante la jornada, regalamos rosas a la tripulación, invitándoles a formar parte de una costumbre muy arraigada en la cultura catalana.
Es un gesto sencillo, pero cargado de significado, con el que buscamos que se sientan bienvenidos y conectados con la ciudad.
Celebrar Sant Jordi en Barcelona es mucho más que seguir una costumbre: es formar parte de un momento colectivo que une historia, identidad y belleza. Y en Marina Port Vell, lo vivimos como lo que es: una de las fechas más especiales del calendario.