La Economía Azul es la economía sostenible ligada al agua y al mar, y en el caso de Barcelona, engloba toda la industria náutica de la ciudad, con infraestructuras como el Puerto de Barcelona, MB92 o Marina Port Vell, la marina destinada al segmento de los superyates.
En época de crisis causada por la pandemia global del Covid-19, la reconstrucción económica y social debe ser una prioridad tanto de actores públicos como privados. Y el sector marítimo y náutico, del que Marina Port Vell forma parte, ha demostrado ser esencial en la recuperación económica de la ciudad.
La Economía Azul como generador de riqueza en Europa
El Mar Mediterráneo es la columna vertebral de la Economía Azul europea, un activo estratégico imprescindible para la regeneración económica desde el punto de vista global y local. Genera más de 5 millones de empleos directos e indirectos en Europa, y aporta un valor de 218.000 millones de euros al conjunto de la Unión Europea.
Ante la complicada situación económica en que se encuentra Europa, derivada de la pandemia, el mar Mediterráneo constituye uno de los pilares para la recuperación de todos los países del continente. En esta coyuntura Barcelona, como puerto líder en el Mediterráneo, se convierte en un actor estratégico clave, ya que toda su actividad marítima y náutica representa el 4,3% del PIB de la ciudad y un 1,4% del empleo.
Barcelona y el potencial de sus infraestructuras náuticas
Barcelona, como hub marítimo y náutico del Mediterráneo, está llamada a participar de forma activa en la generación de riqueza dentro de Europa. La capital catalana cuenta con infraestructuras marítimas y náuticas de primer nivel, tales como el Port de Barcelona y su Port Vell, del que Marina Port Vell forma parte, así como todo el músculo empresarial que se asienta en la infraestructura portuaria.
En este entorno portuario, destaca el papel estratégico que desempeña el sector de la náutica de recreo, estrechamente vinculada al turismo, uno de los motores económicos más afectados por la crisis de la Covid-19. Y dentro de la náutica de recreo se encuentra el segmento de los superyates, o embarcaciones de gran eslora, que en Barcelona representan Marina Port Vell y MB92, el astillero líder en servicios de reparación de superyates de Europa.
Barcelona es uno de los pocos enclaves del Mediterráneo que se ha especializado en ofrecer servicios de alta calidad para superyates, que llegan a la costa catalana desde cualquier lugar del mundo.
La importancia de Marina Port Vell como contribuidor en la Economía Azul
Marina Port Vell es una infraestructura especializada en acoger embarcaciones de entre 30 y 190 metros de eslora, y la única marina en el mundo con capacidad para recibir y dar servicio a superyates de grandes dimensiones integrada en una gran ciudad. Cuenta con 150 amarres y con uno de los muelles más grandes del mundo, con una longitud de 400 metros y una superficie de 125.000 metros cuadrados.
La actividad de Marina Port Vell se ha duplicado en los últimos cuatro años. En 2015, la marina recibió 317 escalas de superyates, cifra que en 2019 ascendió hasta las 659. Marina Port Vell es una infraestructura líder en su segmento, lo que contribuye a posicionar Barcelona como activo clave dentro de la Economía Azul europea. Acoger embarcaciones de gran calado supone un retorno económico muy importante para la ciudad.