El modernismo es un movimiento de renovación artística que tuvo lugar a finales del siglo XIX y principios del XX en occidente, adoptando diferente nomenclatura y características según la región. En Catalunya, el modernismo cobró un sentido mucho más amplio, afectando no solo sectores como el arte, sino también la literatura, la música, el interiorismo o las artes gráficas.
No obstante, la transcendencia del modernismo catalán a lo largo de las décadas ha recaído principalmente en la arquitectura, y es que la repercusión de las obras arquitectónicas de algunos de los principales artífices del modernismo en Catalunya ha cruzado fronteras, ganando fama y prestigio a nivel mundial.
Estamos hablando de artistas de la talla de Antoni Gaudí y Lluís Domènech i Montaner, y de obras como la Sagrada Familia, el Palau de la Música Catalana o el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Antoni Gaudí, el arquitecto modernista que trasciende fronteras
Ciertamente, se puede afirmar que Antoni Gaudí es el artista más influyente del modernismo en Barcelona. Suyos son edificios como la Casa Milà (también conocida como La Pedrera), la Casa Batlló o la Torre Bellesguard, situada a los pies de la montaña del Tibidado; todos ellos destacados por su detallada ornamentación, los motivos vegetales y las líneas curvas inspiradas en la naturaleza.
Pero sin duda, su obra magna es el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, una basílica católica inicialmente proyectada por el arquitecto Francisco de Paula del Villar que encontró en el genio de Antonio Gaudí la oportunidad de brillar. Cuando asumió el proyecto en 1883, Gaudí cambió por entero los planes del anterior arquitecto, imprimiendo a la basílica su peculiar estilo. Trabajó en el proyecto desde 1883 hasta su muerte, al principio combinando esta obra con otros de sus trabajos, y a partir de 1914 de forma exclusiva. La Sagrada Familia es, pues, el reflejo del talento de Gaudí y la culminación de toda su obra, pues en ella aplicó todos los conocimientos adquiridos tras años de profesión.
Actualmente, la Sagrada Familia es el monumento más visitado de España.
En Barcelona, hay un sinfín de edificios modernistas que cualquier visitante que se precie no debería dejar de admirar, construcciones de líneas curvilíneas con detalles inspirados en la naturaleza, tales como flores, hojas, mariposas o pájaros, elaborados a partir de materiales como la piedra, la cerámica de colores o el hierro.
El Palau de la Música Catalana y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, edificios proyectados por Lluís Domenech i Montaner, son grandes ejemplos de ello. El Palau de la Música, en el barrio de Sant Pere, es una sala de conciertos construida entre 1905 y 1908, y es además el único auditorio en el mundo declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Este monumento de belleza excepcional es, al mismo tiempo, un escenario musical de gran prestigio. La genialidad de Domenech i Montaner fue la de crear una innovadora estructura de hierro con paredes de cristal, consiguiendo iluminar el interior del edificio con luz natural.
Años más tarde Domènech i Montaner fue también el encargado de diseñar el proyecto del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, sobre el antiguo Hospital de la Santa Creu. Después de estudiar varios hospitales europeos, Domenech i Montaner proyectó un hospital formado por 48 edificios aislados conectados por galerías subterráneas, de los cuales finalmente solo se construyeron 27. El conjunto modernista del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau refleja la síntesis de la técnica de Domenech i Montaner, que para su construcción trabajó una gran variedad de elementos ornamentales en piedra, hierro y cerámica. En 1978 fue declarado Monumento Histórico Artístico y el año 1997 Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Otros de los edificios más destacados de Domenech i Montaner son el Castillo de los Tres Dragones, en el Parque de la Ciudadela, la Casa Lleó Morera, en el Paseo de Gracia, o la Casa Fuster, hoy día convertida en un hotel de lujo.
Finalmente, no podemos terminar un artículo dedicado a la arquitectura modernista catalana sin mencionar a Josep Puig i Cadafalch. En Barcelona podemos encontrar varias de sus obras más destacadas, como la Casa Amatller, en el Paseo de Gracia, el Palau Macaya, en el Paseo de Sant Joan, o la Casa Terrades, más conocida como la Casa de les Punxes, en la Avenida Diagonal.
La mayoría de los edificios modernistas de Barcelona se pueden visitar, y en muchos casos es muy recomendable hacerlo acompañado de un guía.